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9. El juego interior y la determinación

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Mejorar los resultados y alcanzar objetivos tiene que ver con tres aspectos fundamentales, controlar el juego externo, el juego interno y tener la determinación para seguir jugando. Ambos aspectos fueron inicialmente tratados en el tesis. Estos conceptos surgieron inicialmente en el deporte y han tenido especial relevancia en el tenis.

André Agassi

Inicio

Agassi era un niño prodigio del tenis. Su padre le obligó a jugar desde que era bien pequeño: primero, mediante horas de entrenamiento siendo un niño; luego, siendo adolescente, yéndose de casa a una academia de tenis con metodología militar; y finalmente, dedicándose de manera profesional a la raqueta. La exigencia de su progenitor era continua, tal y como indica en su autobiografía “Open”: “No es que la perfección sea la meta en nuestra casa, es que es la ley. Si no eres perfecto, eres un perdedor. Un perdedor nato”, indicaba.

Primera caída

Su llegada al tenis mundial fue fulgurante: a los 16 años entró en el ranking ATP y su figura se hizo muy conocida, tras jugar con McEnroe y ganar torneos como el de Itaparica. Sin embargo, no encontraba la motivación para jugar y su respuesta fue un estallido adolescente: comenzó a tontear con las drogas y el alcohol, se puso un ‘look’ mohicano para disimular la caída de su cabello y llegó a disputar un torneo en vaqueros. Los focos no ayudaban: los medios empezaban a cuestionar su tempranera calvicie y Agassi empezaba a sentir la frustración en su interior y en su juego. Los resultados empezaron a ser muy malos y la comparación con tenistas contemporáneos no ayudaba.

Recuperación y segunda caída

Dejó al entrenador con el que llevaba desde la adolescencia y su nuevo entrenador, Brad Gilbert, que sin saberlo se convertiría en una figura paternal cercana, se centró en el aspecto psicológico antes que en los resultados: ““Tienes que sufrir. Tienes que perder un montón de partidos muy igualados. Y, entonces, un día, ganarás un partido muy igualado y los cielos se abrirán y tú saldrás adelante. Necesitas ese primer paso, esa abertura del cielo. Después, nada te impedirá ser el mejor jugador del mundo”. A Agassi le costó asumir este papel y continuó perdiendo, hasta que llegó un partido menor, segunda ronda del torneo de Toronto de 1994, frente a un rival con el que había perdido varias veces de manera consecutiva. Y sin embargo, tras mucho esfuerzo, ganó aquel partido por 9-7 en el tie break del tercer set.

“Este es el partido que tú me dijiste que ganaría, Brad. Este es el partido que tú me dijiste que marcaría el cambio”. Gilbert le respondió la siguiente frase: “Muy bien, Pequeño Saltamontes. Dar cera, pulir cera”. Agassi volvió a ganar. Tras ese partido, encadenó múltiples victorias seguidas, ganando incluso el Open de EEUU de 1994. Adquirió la suficiente confianza como para raparse la cabeza y continuó ganando incluso a los rivales que le criticaban en las ruedas de prensa, hasta llegar al número uno de la ATP de nuevo. Su segundo declive se da contra Pete Sampras en la final del Open de EEUU de 1995. Un año después, tras acumular múltiples derrotas, le descubren drogándose con metanfetamina.

Nuevo comienzo y la vida que eligió

Su divorcio de la que entonces era su mujer y posterior su boda con Steffi Graf, la mujer de sus sueños, vuelven a encaminar su vida. Agassi volvió a ganar torneos y recuperó el número 1 del ranking en 1999 y 2003, y conquistando Roland Garros en 2001. La edad no perdonó a su juego y en 2006 anunció su retirada.

Tiger Woods

Con solo dos años, un joven Woods mostraba en el show de Michael Douglas un swing perfecto. A los 12 llevaba más de 10.000 horas entrenadas. Con 21 ganó el Másters de Augusta: una proeza hasta ahora inalcanzada por alguien tan joven. Woods forjó a principios del siglo XXI un icono único hasta entonces: miles de afroamericanos veían en él una figura única y su imagen era muy atractiva para marcas y patrocinadores. Había nacido una estrella. Woods se hizo multimillonario.

Y sin embargo, unos cuantos años después, en 2009, se descubrió que su vida personal era un cúmulo de mentiras e infidelidades: Tiger era adicto al sexo y había forjado una red de manipulaciones que, de repente, le estallaron en la cara.

Asumió sus mentiras públicamente, se divorció, acudió a terapia y comenzó a atender más contínuamente a sus hijos. Previamente a eso acumulaba múltiples lesiones en sus piernas: dos roturas en la tibia y sin ligamento anterior en la rodilla habían convertido su físico en un fino cristal. A eso se sumaron los dolores de espalda, cóctel que le llevó a hacer unos números lamentables durante varias temporadas.

Woods se operó tres veces de la espalda entre 2014 y 2015. Hasta entonces había intentado volver al ranking profesional pero su lamentable juego y los dolores de espalda le hicieron parar en varias ocasiones, llegando a afirmar que “mi juego y mis resultados no son aceptables para un torneo” y confirmando su retirada temporal hasta alcanzar un nivel digno.

En 2017 fue detenido tras conducir bajo un fuerte cóctel de opiáceos que podría haber significado su muerte. Se declaró culpable y volvió a los torneos, mejorando progresivamente sus resultados hasta que el 23 de septiembre de 2018 gana el Tour Championship, volviendo a sonreir. Vuelve al equipo nacional estadounidense y en 2019 vuelve a ganar el Masters de Augusta, la casa que le vio nacer como estrella 22 años antes. Su golf resucitó.

Conclusión

Ambos ejemplos son muestras de cómo el alcanzar resultados y llegar a cumplir los objetivos necesitan de la triple alianza de elementos comentada al inicio del post. Especialmente significativa es la determinación para seguir jugando: ambos jugadores podrían haberse retirado en múltiples ocasiones, pero siguieron hasta volver a alcanzar la gloria. Es lo que diferencia a los campeones de los corrientes, su persistencia.

Ambos bajaron a los infiernos para darse cuenta del valor de sus vidas. Requirieron de terapias psicológicas para controlar su juego interno y recuperarse mentalmente, a la vez que trabajaban el aspecto físico: Agassi ganó cuatro kilos de masa muscular al cambiar de entrenador mientras que Woods requirió de varios pasos por el quirófano para poder doblarse antes de hacer un swing. Tanto la parte física como la mental es fundamental para lograr el éxito deseado, pero ambas requieren de la determinación para completar el proceso.

Bibliografía

  • http://www.puntodebreak.com/2020/08/16/partido-cambio-carrera-andre-agassi
  • https://www.elperiodico.com/es/dominical/20140903/andre-agassi-que-tengas-mucho-no-significa-que-ames-tu-vida-3492420
  • https://paziencia.com/blog-gestalt/andre-agassi-el-exito-en-el-infierno/
  • https://elpais.com/cultura/2019/09/03/actualidad/1567514000_919882.html
  • https://www.mundodeportivo.com/golf/20180924/452001621400/cinco-anos-de-caida-y-resurreccion-de-tiger-woods.html