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Este es mi manifiesto personal. Cuando lo pensé, lo hice desde un punto de vista claro, sencillo y con el mínimo diseño gráfico, porque las cosas que queremos que nos sirvan como guía tienen que ser así, para que nada nos distraiga de ellas. Paso a explicar uno a uno cada uno de los puntos:
1 – “Más vale pedir perdón que pedir permiso”.
Muchas cosas que nos gustan están limitadas a la gente normal porque el ser humano utiliza el dinero para controlar el acceso a ciertos bienes. Pero, de vez en cuando, hay que saltarse las normas para disfrutar de dichos bienes. Así es como, usando el sentido común, puedes fingir un despiste para colarte en el rascacielos más alto de Shanghai o descubrir una catacumba en París.
2 – “Por favor”, “gracias” y “perdón”.
Vivimos tiempos de incertidumbre y de cambio, donde determinados valores han quedado relegados frente a otros que se imponen a la hora de lograr determinadas metas. La educación y el respeto al resto de personas son dos valores en peligro de extinción, y por eso la gente se sorprende y congratula si se hace uso de ellos.
3 – Somos diferentes y por eso somos ricos
La diversidad mejora cualquier sociedad. Está demostrado que el compartir cultura y conocimiento supone un incremento del bienestar a todos los niveles de la vida, progresando a través de la creación de sociedades más tolerantes. Esa riqueza también nos influye a nivel personal, y como tal, debemos de saber observarla, reconocerla y adaptarla en caso de que la consideremos oportuna, empatizando con desconocidos y tratando de obtener lo mejor de ellos.
4 – La vida está fuera del teléfono móvil.
Mi smartphone dice que me paso demasiadas horas a lo largo del día con el móvil en la mano. Es motivo más que suficiente para dejar de usarlo a todas horas y pasar a disfrutar más de la vida con la gente, realizando actividades que no requieran de tener una pantalla delante.
5 – Muchos problemas se arreglan con cerveza.
La cerveza es un oxímoron, en este caso, entendiendo “cerveza” como el acto de compartir las experiencias y sucesos con terceras personas que pueden ofrecerte soluciones a problemas que hasta ahora tu no veías. Puede ser una cerveza o cualquier bebida no alcohólica, el caso es distraerse para evitar darle vueltas a la cabeza y socializar para ver el conflicto desde otros puntos de vista.
6 – El cardio cura el estrés.
Nunca le di valor hasta que realmente aprendí lo que es estar estresado: cuando tu cabeza sólo da vueltas sobre una cosa, en este caso, era el trabajo. Solo el deporte me permitía quitarme esa situación de encima, al tener que pensar en lo que estaba haciendo en ese momento y, posteriormente, sentirme hecho y satisfecho de haber sabido salir de esa situación. Desconecta y permite desconectar.
7 – Dos claves para despejarse: Café y paseo.
En mi anterior trabajo había días horribles de pasarse horas delante de un Excel tratando de encontrar un fallo que nunca aparecía. La mejor manera de evitar la saturación es salir de ese contexto y despejarse, al hilo del anterior punto. Un café en el momento adecuado y un paseo para estirar las piernas y evitar el ruido habitual son perfectos para despejarse en un momento dado. A mi me funcionaba.
8 – Trabaja en aquello que te motive.
Esto es complicado de aplicar porque la vida real no da a elegir, pero se trata de moverse todo lo posible para encontrar un trabajo que de verdad te motive y con el que estés a gusto. Y si no lo estás y te lo puedes permitir, déjalo, porque la sensación de encontrarse a disgusto y desganado cada mañana no es sana. A partir de ahí, busca, rebusca y trata de encontrar aquello que de verdad te motive y te haga feliz.
9 – Júntate con gente que te aporte cosas.
La comodidad de lo conocido es necesaria, pero también limita mucho nuestro crecimiento personal. Es necesario cambiar de entorno y conocer personas que puedan aportarnos nuevas perspectivas y conocimientos para crecer, para experimentar nuevos proyectos, ideas y opiniones, y complementar tanto nuestro conocimiento como nuestro saber.
10 – Comparte y vive todo lo que puedas.
De nada sirve estar todo el día encerrado en casa. A la gente le gustan las personas entusiasmadas, las que cuentan y se muestran tal y como son. No es necesario compartir toda tu vida en un foco como las redes sociales, pero sí mostrarte tal y como eres a las personas y en persona, a modo de pequeñas pinceladas que permitan definir una personalidad. Y eso conlleva salir de la rutina, conocer lugares y sitios distintos, personas distintas, y probar y experimentar sensaciones distintas a las rutinarias.
Bonus – Utiliza “sí” muchas veces.
Es irónico que mientras escribía esta reflexión, iba a iniciarla con la palabra “no”, cuando precisamente se trata de eso: de convertir los noes en síes. Dar la vuelta a lo que nos parezca negativo para tratarlo desde un punto de vista positivo, y no rechazar aquello que a priori nos disguste para intentarlo o probarlo y, una vez hecho, tomar la decisión oportuna.